Orientación Laboral

Renovarse en tiempos de incertidumbre

Las nuevas tecnologías, la rápida evolución del conocimiento y su consecuente obsolescencia, están provocando un cambio radical en el proceso formativo de cualquier profesional. El que habitualmente está bien formado, tiene que recurrir a la formación continua para actualizar sus contenidos y no quedarse obsoleto y fuera de mercado.

Lo mismo le ocurre al trabajador que, bien por falta de medios, por necesidad de conseguir un salario por encima de todo o por simple dejadez, no se ha preocupado por mantenerse al día en las nuevas tecnologías. En este caso, lo que tendrá que hacer es un “reciclaje” de conocimientos, ya que lo poco que aprendió en sus años de escolaridad, no le sirve para desarrollar su trabajo.

Estamos ante dos términos que hacen referencia a la formación de competencias de los empleados, upskilling y reskilling.

‘Upskilling’ y ‘Reskilling’

El término upskilling significa ampliar o modernizar las competencias profesionales necesarias dentro de un mismo puesto o perfil, es decir, una capacitación extra para mejorar las competencias de un trabajador en su puesto de trabajo actual.

Por su parte, el reskilling es el reciclaje y preparación de un profesional con el objetivo de desarrollar una tarea para la cual posee competencias blandas (socio-emocionales), pero no competencias técnicas, lo que supone un completo reciclaje profesional que capacita para un puesto de nueva definición y viene impulsado, principalmente, por el cambio tecnológico en las empresas. Ambos conceptos se engloban en lo que se conoce como formación corporativa.

Según Sergio Edú Valsania, Coordinador y Docente del Máster Oficial Online en Dirección y Gestión de Personas de la Escuela de Negocios y Dirección – ENyD, los beneficios de estos dos tipos de formación son:

  • Reducen la brecha digital en el corazón de la empresa haciéndola más competitiva.
  • Implican menos procedimientos de selección y, por tanto, periodos de adaptación más cortos.
  • Ayudan a fidelizar el talento. El personal es consciente de que la organización está confiando y apostando por ellos para mejorar su perfil profesional.
  • Para las empresas, ayudar a su personal (ya integrado en la propia cultura corporativa) a acomodarse a la evolución exponencial de la tecnología supone una importante ventaja competitiva, además del incremento de la rentabilidad y el afianzamiento del Employer Branding y por ende, la mejora de la reputación corporativa.
  • Fomentar una cultura organizacional proactiva y dinámica adaptada a un entorno en constante evolución.
  • Así mismo, para los empleados, las ventajas de desarrollar el propio talento mediante upskilling y reskilling se basan en la posibilidad de permanecer y mantenerse en la organización y, al mismo tiempo, formarse en tecnologías digitales emergentes y en competencias que habiliten para lanzar proyectos.


Por otra parte, las empresas españolas están sufriendo un importante déficit profesional a la hora de cubrir determinados puestos, especialmente puestos STEM (Científicos, Tecnológicos, Ingenieros y Matemáticos), mientras que muchos profesionales se están quedando descolgados del mercado laboral.

Por ello, según indica Sergio Edú, “estas dos estrategias sí son adecuadas para que las organizaciones tengan el talento necesario para adaptarse al contexto organizacional cada vez más cambiante y dinámico”. Ahora bien, añade el docente, la formación per se no es la solución.

“Cualquier intervención formativa debe basarse siempre, por una parte, en un diagnóstico de necesidades de la empresa tanto actuales como futuras y, por otra, en analizar el perfil profesional de cada trabajador y su eventual trayectoria / carrera profesional en la compañía, de forma que se le capacite en aquellas competencias/ técnicas que aporten un valor real al puesto de trabajo”.

Para José Vera, docente del área de RRHH de ENyD, una prueba de esta falta de empleabilidad se manifiesta “en la dificultad que tienen muchas empresas hoy en día para contratar profesionales con los perfiles requeridos por las nuevas tecnologías”. En este sentido, el docente indica que “una parte de la juventud ha preferido ganar un dinero fácil en la época del ladrillo pero, al explotar la burbuja inmobiliaria, no ha sabido ponerse al día (“reskilling”) para adaptarse a las nuevas necesidades del mercado laboral”.

En definitiva, la formación continua es un hecho, no es una moda pasajera. Según palabras del conferenciante Marc Vidal, “en un futuro próximo iremos a las empresas a aprender, más que a trabajar”. Tenemos que hacernos a la idea de que la vida laboral será un continuo espacio-tiempo de aprendizaje y trabajo; y el que no lo haga, se quedará “fuera de juego”.

Así que si quieres seguir formándote, ¡apuesta por la formación online de la Escuela de Negocios y Dirección para obtener las skills fundamentales para el futuro próximo!

Recuerda que las principales competencias de una persona que se incorpora o prevé incorporarse al mercado laboral serán su capacidad de adaptarse a un entorno acelerado (VUCA) por la introducción de tecnologías exponenciales y su actitud a la hora de tratar su evolución de competencias como un proyecto de innovación.

Inmaculada Moreno Tejedor

Graduada en psicología con especialidad en orientación educativa. Redactora en el blog de Docenzia

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