Con el recuerdo de todas las tardes a las 20:00 horas en la que los vecinos de toda España homenajeaban a la comunidad de sanitarios por estar en primera línea en la lucha contra el virus durante la primera ola, queremos desde Docenzia, hacer mención a su trabajo durante esta grave crisis sanitaria. Porque, aunque ya no salgamos a aplaudirles y mandarles ánimos desde nuestros balcones, ellos siguen de forma incansable luchando por combatir y frenar los efectos provocados en las personas de este coronavirus.
2020, el año de la enfermera y la pandemia
El día 10 de marzo del año marcado por la OMS como el año de la enfermera y la partera en conmemoración al 200 aniversario de Florence Nightingale, esa misma organización declaraba la situación provocada por el coronavirus como pandemia. Así fue como se sustituyeron todos los actos previstos para homenajear a este colectivo por la situación en la que aún nos encontramos.
Una situación excepcional y novedosa a la que no habían tenido que enfrentarse los miembros de este colectivo hasta el momento y cuyos principales aliados en la lucha contra la Covid-19 era el resto de la ciudadanía, que quedándose en casa ayudarían a frenar la propagación del virus.
Así fue, como el mundo se paraba, hostelería y turismo cerrados, espectáculos culturales y deportivos cancelados y la mayoría de empresas, descubriendo el teletrabajo. Mientras, el personal sanitario se quedó al frente, trabajando sin descanso.
El comienzo de la pandemia
En cuestión de horas, todos los servicios sanitarios tuvieron que cesar su actividad cotidiana en detrimento de adaptarse a esta nueva situación, sin apenas haber recibido formación al respecto, demostrando su versatilidad y generosidad.
Ahora los medios de los que dispone el personal sanitario son mucho mayores, tanto en cuantía como en efectividad, pero allá por la primera ola, la falta de materiales tanto para tratar la enfermedad como para la propia protección de los sanitarios y pacientes eran insuficientes. Recordemos la falta de respiradores para los pacientes que los necesitaban, o la situación que se dio por la falta de existencias de mascarillas en las farmacias, problema que muchas familias solventaron fabricando ellos mismos sus propias mascarillas.
En la actualidad, casi parece que hemos aprendido a convivir con el virus, pero cuando comenzó esta situación, era mucho más caótica y casi que cambiaba cada día. Un contexto que llevó al límite a muchas personas y en concreto a los enfermeros y enfermeras. Según un estudio elaborado por el Departamento de Enfermería de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), el 37,5% de ellos trabajó con miedo a contagiarse y al 44,9% les resultó complicado para manejar sus emociones. Estaban en contacto directo constantemente con personas contagiadas, con una jornada laboral más extensa a la habitual, recursos precarios e insuficientes y teniendo que lidiar con sus problemas del día a día. En algunos casos, incluso tuvieron que enfrentarse a situaciones surrealistas, como la ocurrida en Ciudad Real en la que un médico Residente en el Hospital Mancha Centro de Alcázar de San Juan, recibió una nota en su domicilio que decía lo siguiente:
‘’ Hola vecino. Sabemos de tu buena labor en el hospital y se agradece, pero debes pensar también en tus vecinos: aquí hay niños y ancianos. Hay lugares como el ‘Barataria’ donde están alojando a profesionales. Mientras esto dure, te pido que lo pienses’’
No hay que olvidar que en muchos casos, se convirtieron en la ‘’familia’’ de los enfermos Covid, siendo las únicas personas con las que mantenían contacto personal y teniendo también un papel psicológico muy importante.
La pandemia un año después
Cerca de cumplir 365 días desde que se decretase el estado de alarma, la situación ha cambiado y aunque las diferentes olas se han ido sucediendo desde entonces y las medidas para frenarlo endureciéndose y relajándose, el caos vivido durante la primera ola no se ha vuelto a vivir, cada día conocemos un poco más sobre el virus y como tratarlo, principalmente gracias a los expertos de los distintos sectores que se han dedicado a ello.
Aunque continuemos aun usando las mascarillas, geles hidroalchólicos y manteniendo la distancia de seguridad, parece que empieza a vislumbrases la vuelta a la normalidad, gracias a la obtención de las distintas vacunas en tiempo récord y al trabajo de todos los profesionales de los distintos sectores relacionados con el tratamiento de la Covid-19. Pero si hay algo que hay que tener claro es que cuando más incertidumbre existía, los enfermeros y demás personal sanitario, demostraron su vocación y se enfrentaron, por el resto de la población, a combatir el virus y salvar miles de vidas aún con los recursos más limitados y realizando un esfuerzo sobrehumano.
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