¿Has pensado que la oportunidad de tu vida te puede sorprender cuando menos te lo esperes? Si no quieres que te pille desprevenido, tener bien definido tu Elevator Pitch puede ser de gran utilidad, ya que podrías encontrarte en cualquier momento con un posible cliente para tu futuro. 

Un día te levantas, subes en un ascensor y de repente te encuentras con un cliente o empresario con el que afianzar relaciones. Es una oportunidad única: sabes que nunca más volverá a repetirse y debes defender tu Elevator Pitch.

Si en 45 segundos puedes explicar quíen eres, que estás haciendo y para quién, podrás conseguir todo lo que te propongas. 

Un Elevator Pitch se puede definir como una presentación impecable, segura y rápida ya que tiene una duración de entre 20 y 45 segundos. Por eso, es fundamental que sea claro, conciso y breve.

Este término es una expresión inglesa que define una rápida conversación (lo que dura un viaje en ascensor) protagonizada por una persona que pretende explicar, en pocas palabras, el contenido de su proyecto, con el fin de darse a conocer y/o despertar el interés de una persona sobre el mencionado proyecto o sobre la persona que le está hablando.

Pitch” = Terreno de juego.
Speech” = Discurso breve.

Para Jorge Abaurrea, docente del Máster Oficial Online en Imagen Pública, Dirección de Eventos y Protocolo de la Escuela de Negocios y Dirección – ENyD, el éxito de un buen elevator pitch está en que el mensaje que se traslada “debe ser muy concreto y atractivo, que despierte las ganas de saber más del tema. Suele servir como introducción para una futura conversación con más nivel de detalle”.

La base del éxito de un Elevator Pitch radica en un par de factores:

  1. La elección correcta de la persona a la que nos vamos a dirigir para presentarnos personalmente o presentar nuestro proyecto.
  2. La elección del lugar de encuentro y el momento adecuado donde transmitir el mensaje.

Pero, ¿qué pasos se necesitan con antelación? Ante todo, preparar bien el mensaje a transmitir. Jorge Abaurrea indica que lo esencial es “tener claras las ideas y trabajar en practicarlo”. En este sentido, el docente añade que “siempre es más sencillo hablar de un tema con profundidad, pero al ser el tiempo la clave en este tipo de discurso, lo primero es extraer el tema principal (y como mucho alguno adicional) y desgranar lo esencial”.

Según José Vera, docente del área de RRHH de la ENyD, aconseja además, lo siguiente:

  • Escribir (literalmente) y de forma breve y concisa el contenido del mensaje, resaltando los puntos más importantes del mismo, teniendo en cuenta la personalidad y carácter del destinatario. Para ello habrá que recopilar toda la información mínima, necesaria y pertinente sobre dicha persona.
  • Elegir cuidadosamente el lugar y momento del encuentro, en la medida que se pueda o si no, estar preparado para pasar el mensaje en el momento en el que se presente la ocasión más oportuna.
  • Antes del encuentro, leer y releer el mensaje con el fin de afinar su contenido y en la medida de lo posible memorizarlo. Hay que tener en cuenta el poco tiempo del que se va a disponer para defender el mensaje.

Una vez que se tiene bien definido (y escrito) el mensaje, José Vera aconseja:

  • Imaginar las posibles reacciones del destinatario. Posible rechazo inmediato al “abordaje”. Posibles objeciones. Posible propuesta para continuar con el “speech” más adelante, en otro momento.
  • Estar preparado para posibles objeciones o preguntas del interlocutor, en el caso de que muestre un interés inicial.
  • rocurar que el interlocutor no sea tajante con una reacción negativa. Intentar dejar una “puerta abierta” para un futurible encuentro, con el fin de seguir profundizando en el tema.
  • Existe el riesgo de que esa “puerta” quede cerrada en un primer instante debido a una mala o muy poco adecuada estrategia.
  • Un ejemplo de síntesis lo tenemos en el escritor Antonio Skarmeta, escritor chileno, quien fue capaz de sintetizar las más de novecientas páginas de su obra “No pasó nada” en algo más de noventa.

Una buena idea, según Abaurrea, es pensar en el elevator pitch como en un anuncio de televisión, es decir, que hay una idea principal que trasladar. También es recomendable fijarse en grandes oradores, y Youtube puede ser una gran fuente para sacar ideas y técnicas.

Pero en definitiva, la duración de un Elevator Pitch es un aspecto fundamental. Debe ser muy breve, lo que previsiblemente pueda durar el encuentro con el interlocutor del mensaje. “Hay que tener en cuenta que se supone que dicho interlocutor es alguien muy importante con poca disponibilidad, y se deberá aprovechar al máximo los escasos minutos que disponga” indica José Vera, pero si se ha hecho bien y se ha despertado la atención y la curiosidad del interlocutor, “ya habrá oportunidad de ampliarlo”, finaliza Jorge Abaurrea.

En el Máster Oficial Online de Imagen Pública, Dirección de Eventos y Protocolo de ENyD, tendrás la oportunidad no solo de aprender la importancia de la marca de una empresa, sino del conocimiento para poder trabajar correctamente tu Marca Personal y así, poder elaborar tu propio Elevator Pitch.

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