El yoga engloba un conjunto de prácticas con las que se obtiene la conexión y el equilibrio entre cuerpo, respiración y mente. Mediante posturas físicas, ejercicios de respiración y de meditación se intenta lograr objetivos relacionados con una mejora general de la salud.

El yoga está actualmente extendido en todo el mundo y es una práctica seguida cada vez por más gente, dentro de una filosofía y estilo de vida saludable y sin estrés.

No es nada nuevo. El yoga se identifica históricamente como una práctica espiritual que se llevaba a cabo hace miles de años. Ahora bien, en las últimas décadas se ha asentado en todo el mundo occidental, como una práctica recomendable con la que disfrutar de una óptima salud física y mental.

Para poder aprovechar el potencial que ofrece esta práctica, se requiere contar con un profesional en yoga, un maestro o instructor, que pueda dar clases personalizadas o en grupo a todas las personas interesadas en este servicio. Sigue leyendo este post donde te damos todas las opciones que tienes para convertirte en instructor de yoga.

Cómo ser profesor de yoga

La mejor forma de convertirse en un buen instructor es eligiendo un curso de yoga adaptado a tus necesidades, tus preferencias personales y también tus objetivos profesionales.

Podrás conseguir la formación especializada que necesitas, así como una titulación oficial reconocida, para ejercer de forma profesional la instrucción en esta práctica milenaria.

A nivel práctico, el yoga se puede realizarse de forma personal, pero hace falta mucha experiencia y conocimiento sobre todas las posturas y acciones, para aprovecharlo de forma efectiva. Por ese motivo, la demanda de profesores de yoga profesionales está en pleno auge.

Si quieres ser profesor de yoga u obtener una certificación de entrenamiento de yoga, otra opción, es formarse mediante un Máster en Instructor y Monitor de Yoga para aprender el beneficio emocional y físico que proyecta esta modalidad deportiva qué reforzará tu autoestima e impulsará tu motivación para alcanzar tus objetivos con el fin de trasmitir tus conocimientos a la hora de ejercer tu profesión.

Con las primeras sesiones de yoga ya es posible comenzar a notar los primeros beneficios de forma práctica. En la mayoría de casos se notan estas señales:

· Reducción notable del estrés.

· Mayor concentración en otras actividades, lúdicas o profesionales.

· Menos problemas para alcanzar un sueño reparador.

· Mejora personal en la actitud a la hora de afrontar los problemas.

Además, puedes especializarte para ser un:

Profesor de yoga para embarazadas

Puedes escoger un curso de yoga completo, en el que se abarquen diversas especialidades o, si ya tienes conocimiento e incluso formación sobre esta práctica, puedes elegir algo más concreto, como instrucción de yoga para embarazadas.

Es conocido también como yoga prenatal y ayuda a relajarse, a mantener a la madre en forma y también le prepara para el trabajo en el parto y a fortalecer la salud del bebé.

Instructor de yoga para niños

Uno de los motivos por el que el yoga se ha extendido entre tanta gente es que puede ser aprovechado por todo el mundo, sin importancia de sexo o edad.

De hecho, ser instructor de yoga para niños puede abrirte muchas oportunidades laborales, ya que es una especialidad de esta práctica cada vez más demandada.

El yoga en los más pequeños les ayuda a mejorar habilidades como la concentración, la memoria, la capacidad de atención y como no, les ayuda a estar más relajados y a saber gestionar mejor sus emociones al controlar la respiración.

Como es habitual, las clases de yoga para niños, igual que sucede con otras especialidades, combinan el ejercicio con un espacio lúdico y divertido, para que pasen un rato ameno, sin preocupaciones y del que llevarse un grato recuerdo, además de los beneficios físicos y mentales que quizás no identifiquen directamente.

¿Cuáles son los requisitos para dar clases en una escuela de yoga?

Los requisitos fundamentales son:

1. Haber cumplido los 18 años de edad.

2. Tener un título que demuestre que al menos tienes dos años de práctica de yoga.

3. Tener la motivación suficiente para practicar yoga e interiorizarlo como un estilo de vida.

4. Tener la aptitud necesaria para enseñar yoga en un gimnasio o en una escuela.

5. Tener las técnicas necesarias y la sabiduría para poder trasmitir como trabajar la mente y la espiritualidad, junto a la flexibilidad de cada alumno de forma personalizada.

6. Saber como motivas a los alumnos en cada clase.

7. Presentar habilidades de comunicación a la hora de mostrar como se realizan cada uno de los ejercicios que se van a llevar a cabo durante la clase.

8. Tener la capacidad de observar a cada uno de las personas que están recibiendo la clase y los conocimientos necesarios para corregir cada movimiento de manera agradable, profesional, y mostrando, en todo momento respeto.

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