La educación sigue evolucionando, con nuevas estrategias para mejorar la formación sobre todo de los más pequeños.

Entre las nuevas estrategias que cobran mayor tendencia encontramos el método Waldorf, una metodología centrada en los ritmos de aprendizaje del niño y en los trabajos manuales y artísticos para fomentar su desarrollo.

¿Qué es el método Waldorf?

El método Waldorf es una estrategia formativa basada en 3 fases educativas del estudiante, cada una de ellas de 7 años de duración.

Este método de aprendizaje se basa en potenciar aspectos como el arte y la creatividad, la cooperación entre los alumnos y el pensamiento libre.

Diferencia así 3 septenios: de 0 a 7 años, de 8 a 14 años y de 15 a 21 años. En cada uno de ellos se motiva el aprendizaje y desarrollo de conceptos diferentes, muchos de ellos relacionados con la psicología, la música, la actuación, etc.

Los aprendizajes más convencionales como las matemáticas o las lenguas, también están presentes pero en menor medida que en la educación tradicional.

Una de las bases formativas que aprovecha el método Waldorf es la de las inteligencias múltiples, planteada por Howard Gardner en 1983.

Ventajas de la metodología Waldorf

La metodología Waldorf tiene muchas ventajas para el desarrollo de los niños, sobre todo en relación a la formación de sus aptitudes creativas.

Por eso muchas de las clases se centran en actividades de canto y música, manualidades o incluso en la actuación.

También se valora positivamente la motivación personal que propone. Ayuda a los niños a ser mejores personas y fomenta la participación activa de los padres en los procesos de aprendizaje, mucho más allá de lo que normalmente se incentiva a que acudan a eventos típicos.

Uno de los objetivos de la educación Waldorf también es desarrollar cualquier talento que el alumno tenga. Es decir, potenciar sus aptitudes para aprovecharlas lo máximo posible.

Además, aunque no para todo el mundo puede que sea una ventaja, esta formación prescinde del uso de tecnología en la escuela.

Pedagogía Waldorf críticas

La metodología Waldorf es una alternativa formativa muy distinta a las que actualmente se suelen aprovechar en los centros educativos, pero cada vez cobra mayor aceptación.

Sin embargo, no está exenta de críticas. La primera de ellas, el hecho de orientar la formación hacia aptitudes artísticas y personales, en mucha mayor medida que hacía asignaturas tradicionales como matemáticas o ciencia.

Lo más criticado en la pedagogía Waldorf se centra en el primer septenio de formación, es decir de 0 a 7 años.Durante esta etapa se evita toda educación intelectual. No se enseña a leer ni a escribir, lo que es visto por sus detractores como una gran desventaja, sobre todo para el desarrollo social del pequeño y, principalmente, si cambia a otro centro educativo que no se basa en este método educativo.

Además, el método Waldorf carece de notas o calificaciones, ya que potencia el desarrollo de las aptitudes personales sin una clasificación tradicional.

Este aspecto unido a la menor presencia de enseñanzas convencionales, puede ser insuficiente para niños con altas capacidades, que se verán frustrados ante la propuesta educativa de esta metodología.

Por otro lado, no se puede adoptar la pedagogía Waldorf arbitrariamente. Requiere una formación y preparación previa del docente, para comprender este tipo de educación y saber trasladarla a las necesidades de los alumnos. Esto limita bastante su aplicación práctica.

Como toda metodología, la de Waldorf puede ser idónea para algunos estudiantes y menos favorable para otros. Por tanto, identificar el mejor tipo de estudios para cada alumno será imprescindible para sacar su máximo potencial y favorecer su desarrollo formativo todo lo posible.

0 ComentariosCerrar comentario

Comentar