Las visitas a las escuelas por parte de autores de literatura son ocasiones excepcionales para compartir opiniones, experiencias de animación lectora y la propia labor de los escritores una vez que los niños y niñas han leído alguna obra de ese escritor/a. En concreto, la Autora Anna Manso que suele realizar este tipo de tareas en primaria, carga con una caja de herramientas llena de objetos que le permiten explicar el oficio de una escritora de una manera teatral y sorpresiva.

De esta forma, muchos autores coinciden en que los encuentros escolares entre literatos y estudiantes suelen ser mágicos, aunque en ocasiones, lo suelen considerar como oportunidades perdidas al no ver demasiado interés por parte de los estudiantes. Muchos otros se quedan con buen sabor de boca al contemplar todo lo que han sido capaces de aprender y hacer los equipos docentes a partir de los literatos.

Dichos encuentros, también le han generado un sinfín de preguntas alrededor de cómo se trabaja la lectura y la escritura en el aula. Así, la polémica surge en cómo hacer que los alumnos disfruten con la lectura en el sistema escolar, que sean capaces de expresarse de forma correcta por escrito y que sepan aplicar la creatividad como centro de la lectura.

La creatividad como competencia básica

Y es que claro, esto nos lleva a plantearnos…. ¿Cómo puede ser que la creatividad no sea una competencia básica? ¿Por qué, si el fracaso escolar es tan alto y sabemos que va unido a unos niveles demasiado bajos de comprensión lectora, la lectura no es un objetivo central? ¿Por qué insistimos en dar mensajes contradictorios? ¿Si el libro y la lectura son importantes, cómo puede ser que permitamos que se siga lanzando el mensaje que ahorrarse dinero en libros literarios es lo mejor del mundo y los socializamos? ¿Cómo vamos a lograr seducir al alumnado hacia la lectura si a la vez le quitamos todo el valor (económico y real) al libro, todo encanto, todo el glamour y lo convertimos en mera herramienta escolar? ¿Cómo puede ser que se llegue a los últimos cursos de secundaria con un nivel de expresión escrita tan pobre y a la vez se dedique tan poco tiempo a trabajar la escritura creativa?

Por esto es necesario crear cursos como el de Grao Formación: Despertar la creatividad con la lectura y la escritura (primaria y secundaria). El objetivo del mismo es compartir todo lo aprendido en las aulas y lo leído y escuchado acerca de la lectura y la escritura. Así, es importante recalcar la labor que hacen los docentes y recordarles todo lo que son capaces de hacer: idear mil actividades de animación lectora de lo más locas, de recuperar las ganas de disfrutar contagiando la pasión por la lectura y la escritura. De ponerse de nuevo las pilas. A todos se les podría decir lo mismo, que tienen que ser egoístas y escoger libros que les gusten a ellos en primer lugar. Que las actividades que piensen les diviertan, a ellos, de nuevo. 

Acercar a los pequeños y jóvenes a la ficción, al arte de lo narrado y escrito, es recuperar la esencia que nos hace humanos, el instinto de contarnos para entendernos. De volver a sentarnos alrededor de la hoguera y rememorar aquella aventura cuando íbamos de caza. Pero también es optar por la ficción a modo de anzuelo para lograr alumnos con una gran competencia lectora y escrita que les permita acceder a estudios que requieren un grado de lectura y escritura profunda. De lograr alumnos con la libertad de elegir lo que desean, no solo lo que pueden. 

Y de educarles embebidos en la sana costumbre de pensar en más de una opción, de saber que hay muchas salidas a los distintos retos y problemas, escolares y vitales. En resumen, permitirles crecer siendo personas creativas. 

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